EXPERIENCIA EN CUBA
Ante todo MI GRATITUD por la buena recepción de: - Mileyda Menéndez Dávila, ingeniera, profesora y periodista de Sexo Sentido, del periódico Juventud Rebelde; - Aloyma Ravelo, escritora, periodista y master en salud sexual; - Beatriz Torres, sicóloga y sexóloga, presidenta de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES) ; - Al periódico Juventud Rebelde por anunciarme en la Peña de la Sexualidad, que se realiza en la Universidad de La Habana; - a César Herrera, especialista en Relaciones Internacionales de CENESEX, Centro Nacional de Sexualidad que dirige Mariela Castro; - y por supuesto a Sofía; Mayra y Rey, que nos brindaron su espacio para el Taller de Tantra; José Luis, Carlos, y el resto de los participantes del Primer Grupo de Tantra en Cuba.
A todos ustedes y a Víctor, Alejandra, Julia, Maytta, Tío Alberto, Clara, Mandy y a todos los cubanos que hicieron posible de este viaje, un intervalo mágico en mi vida. Y un Reconocimiento especial a once jóvenes escritores de Las Tunas.
El tambor místico vibró aumentando mi tamaño apenas llegué a Cuba. No entendía si bailaban mi ritmo interior o el de la tierra…y de pronto el lamento de un solo piano…y así llegando en la noche comencé a abandonarme, disolviendo tiempo….vagar con mi mente en el concierto de la isla.
Metáforas y sensaciones que me traje de Cuba: La Habana Vieja parece Nápoles, con un poco de La Boca (barrio porteño), una mezcla del Bronx y Barrio Chino. Esta isla te mimetiza, Cuba me sugiere a verde oscuro desafío. Es urgente y a la vez cocina a fuego lento. Tambor místico.
Cuba es un concepto. Ron, mojito y cuba libre profundizan aún más, el camino de una sexualidad SIN HISTERIA y cuidadosa. Es sorprendente cómo te cuida y se cuida el cubano; sin profiláctico no se mete en la cueva.
Será mi trabajo o fue ese lagarto verde; y como desde siempre y una y otra vez preguntándome sobre las sensaciones de tener un cuerpo, de mover un cuerpo, de gozar en un cuerpo. Imposible pensar que éste, mi cuerpo, sea sólo un vehículo para ser y pasar por el mundo. El cuerpo es la manera de dejar que el mundo sea en nosotros. Esta vivencia es fuerte en Cuba.
Sentir el mundo en mí; el Deseo en mí de la Creación. ¿El segundo nacimiento? Entonces ¿cómo nombrarme a punto de morir?....del silencio nace la poesía....cuerpo sin espíritu no vuela....
Hombres negros dorado, cuerpos de mar y antigua guerrilla, ofreciendo sus servicios para el placer. ¡Aplausos! Entregan el cuerpo que falta, firme y sedentario, saboreando habanos y lunas. He visto mujeres, cuyas madres tosen desde el cuarto, trayendo flores, caricias, olores y gestos de amantes. Mujeres blancas, rubias, extranjeras de tierras e idiomas lejanos; vencer el miedo al placer y a volar, seguras del goce que espera en silencio su cuerpo. Vaya a saber cuánto tiempo y decididas a olvidar.
Esta especie de serpiente kundalini, te golpea con las furias de las flores.
Y me caen a borbotones las representaciones que me impregnó Cuba: definir la vida que llevan; soñar con irse pero sin creer en el destierro. Allí nacieron pero no dónde. Al sol, hablando con los de otros mundos vuelven al futuro, pero el presente inverosímil continúa agrio y duro.
Sin embargo Cuba es alegría de colores ruidosos y de pronto el silencio nostálgico te atrapa doblando la esquina. Repensar Cuba como concepto me lleva a registrar la unidad de familia que comparte, la educación que te dedica.
Observo Trinidad. Observo Cuba desde la terraza de Víctor. En este país de cojones, miseria, sufrimiento y destierros yo experimento otra vez horizontes infinitos.
Llevo en mi corazón ese cielo azul sonoro, ninguna maraca de nube; gente educada, que baila; Cuba es sexual por donde la mires: verjas de hierro colonial, ébano, esterillas, el arte brota de cualquier sitio; calabazas, huevos, caña de azúcar, pan, frituras, cerveza, arroz, cerveza, envolturas, esculturas.
Rostros que ríen desde el corazón, desde los ojos y otros que ríen sólo con los dientes. Siempre sentí la ilusión permanente en el futuro, y pocos sueños en el presente; sabiendo que el viajero debe partir al alba. Siempre sentí que los que parten se quedan. Relatos convertidos en fábulas reales.
Pero en la noche cubana que amanece temprano, se enciende el ron, el mojito, la sensualidad comienza a desplegarse. Y allí, están vívidos, en ese, su presente único. Y de pronto me doy cuenta que soy parte de otro sueño; aún en la bondad a mi condición de extranjera.
Impresión, emoción, excitación, imagen, representación, asombro, maravilla, nostalgia; pero nunca Cuba te dejará indiferencia.
Mi Reconocimiento, Alegría, Tolerancia, Generosidad y Gratitud, Sin Juzgar y Sin juzgarse.
En Cuba me reencontré con la poesía, la escritura, con mi sexualidad disfrutando en la danza de la música y el placer de dormirme en el abrazo. Transmití el Tantra como si lo hubiese hecho durante años. Un mágico intervalo que me partió la cabeza, el espíritu y el cuerpo. Volveré pronto!