Artículos de Lectura
Evoluciòn de la Fantasìa y del Deseo Sexual
EVOLUCIÓN DE LA FANTASÍA Y DEL DESEO SEXUAL
La evolución del comportamiento reproductivo representa la adaptación a las necesidades humanas; sin embargo, los rastros de los primitivos modelos de apareamiento son claramente visibles en la sexualidad humana.
A pesar de haberse separado la sexualidad humana del impulso reproductivo; la impronta del imperativo biológico, continúa dando forma a nuestros deseos sexuales.
Los comportamientos reproductivos de casi todos los mamíferos se organizan alrededor del ciclo del estro de la hembra. Esta antigua danza reproductiva es motivada por el inter juego de las hormonas sexuales femeninas E (el estrógeno) y las masculinas T (testosterona).
La influencia incierta de las hormonas sexuales en las mujeres puede resumirse en lo establecido por Money: Los E hacen que las hembras resulten atractivas a los machos mientras que la T las vuelve sensibles frente a éstos.
Los estrógenos es la hormona que vuelve atractiva a las hembras frente a los machos. La testosterona es la hormona masculinizante en los machos y la hormona de la libido en ambos géneros.
Dado que la libido femenina se halla gobernada por los andrógenos, las mujeres son las únicas en seguir siendo receptivas a los estímulos sexuales en los períodos de no fertilidad ni ovulación. En cualquier estación y a lo largo del ciclo menstrual e incluso después de la menopausia, las mujeres segregan andrógenos y son sexualmente receptivas porque en ellas no se relaciona la fertilidad con una mayor motivación sexual.
La gran cantidad de hormonas sexuales que se sintetizan y segregan durante el estro determinan que las células genitales de las hembras produzcan feromonas. Sustancias químicas incitadoras del deseo sexual del macho. Son potentes afrodisíacos químicos.
Aún no ha sido elucidado el significado desde el punto de vista del deseo sexual humano.
Los pequeños péptidos moleculares segregados por la glándula pituitaria y por ciertas neuronas del cerebro; oxitocina y vasopresina; también desempeñan un importante papel en mejorar los comportamientos reproductivos, en facilitar el vínculo de a dos y en los comportamientos parentales. Llamadas por la literatura popular, las “hormonas del amor y la monogamia”.
PRIMACÍA DE LAS INFLUENCIAS PSICOLÓGICAS SOBRE EL DESEO SEXUAL
Nuestra sexualidad no se halla intrincada con la reproducción y nuestros amores no se hallan regidos por las fluctuaciones de nuestras hormonas sexuales ni por las secreciones genitales de nuestras parejas.
Al liberarnos de estas limitaciones nuestros comportamientos sexuales están cada vez más sujetos a influencias experienciales y psicológicas; por el aprendizaje, las experiencias infantiles y el contexto social.
Los gustos sexuales humanos son en gran medida adquiridos. Los seres humanos son selectivos en sus preferencias y deseos sexuales.
Las pasiones humanas se caracterizan por su gran diversidad, maleabilidad y plasticidad. Varones y mujeres se excitan y se sienten estimulados por una amplia gama de parejas, de escenarios eróticos, de símbolos sexuales y fantasías. Además, nuestro interés por el sexo es influenciable por nuestros estados emocionales y por la calidad de nuestra relación con nuestras parejas.
La sensibilidad humana nos coloca por encima del impulso biológico, que disminuye por las objeciones de sus parejas sexuales o por consideraciones éticas.
Sin embargo, la susceptibilidad, inherente al deseo sexual humano, frente a las influencias psicológicas negativas; es un factor clave en el mal funcionamiento del mecanismo regulador sexual, es decir, en la patogénesis de los trastornos del deseo sexual.
A pesar de esto, sería un grave error presuponer que hemos superado enteramente a nuestras gónadas. Desde la perspectiva clínica sólo son importantes las hormonas sexuales cuando faltan.
Por lo tanto, descartados los factores orgánicos endócrinos o inducidos por ingesta de drogas, las intervenciones psicológicas constituyen el foco primario del tratamiento.
ONTOGENIA DEL DESEO SEXUAL
Si bien nos hallamos genéticamente programados para la supervivencia de la especie, en la adquisición de los deseos, preferencias y fantasías sexuales de cada individuo influyen sus historias individuales, el aprendizaje y la experiencia.
Hay dos cuestiones relacionadas con el origen de las fantasías y del deseo sexual. La primera es que éstos se originan en los primeros años de vida. La otra es que ciertas prácticas perversas o parafilias, se originan en situaciones dolorosas infantiles. Otra característica fundamental es su no cambio a través del tiempo.
El erotismo normal madre/hijo durante los primeros años implica la adquisición de fantasías y deseos sexuales normales. En oposición a las relaciones incestuosas o abusivas que producirán la erotización de los traumas de la niñez.
Estas constituyen una fuente de deseos y o fantasías adultas atípicas o patológicas.
De este modo “la fantasía erótica transforma el trauma de la niñez en triunfo”.
LA FANTASÍA SEXUAL
“Las fantasías sexuales son, en verdad, representaciones mentales de los deseos sexuales y de los anhelos más ardientes de las personas”. Por lo tanto, los contenidos de ambas son idénticos; la diferencia es que la fantasía pertenece al reino virtual o simulación mental; mientras que el deseo puede ponerse en práctica.
Nuestro cerebro dotó a la sexualidad de la dimensión de la fantasía erótica, que constituye un importante determinante del deseo sexual.
LAS ANTI FANTASÍAS
La simulación también puede actuar negativamente. Imágenes odiadas, repulsivas, peligrosas actúan como inhibidores del deseo sexual.
Así la imagen virtual del acoso sexual ejerce efectos inhibitorios sobre muchos de los impulsos de un hombre que intenta seducir.
DESCONEXIONES SEXUALES NO ADAPTATIVAS
Los mecanismos de control que actúan como freno equivocado en situaciones donde debería darse rienda suelta al placer. Son estímulos psicológicos inhibitorios utilizados inconcientemente por el sujeto. Peligros simbólicos y temores imaginarios, que forman parte de la distorsión neurótica de una persona.
CONCLUSIONES
A la hora de tratar el trastorno del deseo sexual de un paciente, hay que tener una visión integradora del funcionamiento orgánico, endócrino, hormonal; y de su funcionamiento psíquico, emocional. El deseo es cuerpo, mente y espíritu.
La importancia de sus experiencias y contexto social. Indagar en sus fantasías sexuales es un dato clínico fundamental. Ya que siendo un regalo de los dioses para algunos; es un tormento para otros. Así como estimulan el deseo, pueden aniquilarlo. Tener en cuenta la observación de sus primeras relaciones parentales; las que permitirán armar vínculos sexuales saludables; hasta el sentimiento opuesto, de encontrar parejas que los lastimen.
La sexualidad humana es compleja por alejarse del instinto reproductivo; así mismo es lo que la torna tan atractiva.
Mayo 2012
Lic. Olga Tallone
MASTURBACIÓN, AUTOEROTISMO Y TANTRA
MASTURBACIÓN, AUTOEROTISMO Y TANTRA
DEFINICIÓN
La masturbación, palabra que aún hoy despierta inquietud y tabúes. El origen etimológico manus estuprare; cometer estupro contra uno mismo utilizando las manos; le deja una impronta vergonzosa, infamante y delictiva. Lo mismo sucede con onanismo, otro modo de denominar a la masturbación; proviene del personaje bíblico Onán, quien eyaculó fuera de la vagina de su cuñada; siendo en sí mismo un coitus interruptus.
La masturbación responde a una pulsión, a una necesidad de reconocimiento corporal o de satisfacción del deseo a través de caricias en los genitales.
REPRESIÓN
Es interesante observar los mitos culturales en relación a la masturbación; algunos de los síntomas que se le adjudicaba:
-Agotamiento; -Daño Moral; - Castigo divino y condena eterna; - Nerviosismo; -Melancolía; -Crisis histérica; - Ceguera; -Impotencia; - Esterilidad; - Oligofrenias; - Cardiopatías; - Adelgazamiento y tuberculosis; -Calvicie; - Eyaculación precoz; - Base de ciertos cuadros psicóticos; - Pecas; -Pelos en las palmas de las manos; -Acné; -Verrugas; - Reblandecimiento del cerebro; -Sequedad de los testículos; -Caída del clítoris.
CAMBIO EN LA INTERPRETACIÓN
A fines del siglo XIX se produjo un cambio de posición respecto de esta conducta: la masturbación no era causa, sino que podía ser consecuencia de los disturbios mentales.
Los aportes de Freud y W. Reich revaloran el término, la conducta y su naturaleza.
En 1948 y 1953 el informe Kingsley afirma que el 92 por ciento de los varones y el 63 por ciento de las mujeres se habían masturbado alguna vez.
Otro mito a desterrar es el que supone que sólo ocurre en jóvenes.
Ya que se da en todas las etapas de la vida, solos o en pareja.
La sexología actual no promueve la masturbación; pero sí afirma que debiera aceptarse, que aquel que lo desee, por insatisfacción o necesidad, pueda hacerlo sin culpa ni temores.
LA MASTURBACIÓN COMO HERRAMIENTA TERAPÉUTICA
El autoerotismo es un instrumento técnico de primera línea, para casos como la eyaculación precoz, anorgasmia, disfunción eréctil y fobias sexuales.
Siendo su objetivo eliminar tantos factores de inhibición como sea posible; ya que a veces la presencia de otra persona ejerce un freno importante. Reducir la ansiedad y exigencias de rendimiento, dándole el permiso para lograr el orgasmo o la erección. Por supuesto que se utiliza fuera de las sesiones del consultorio.
La masturbación es una práctica íntima, privada, puede asociarse o no con la relación que se tenga con los otros. Es una manera de mantener activo el erotismo o como una variante más en el infinito abanico de posibilidades que permite un encuentro amoroso.
APORTES DE LA SEXUALIDAD TÁNTRICA
Lo más importante que se debe saber en relación a estar con una pareja es cómo estar con uno mismo. Es absolutamente necesario tener una vida sexual privada para llevar una vida sexual satisfactoria con una pareja. En primer lugar, uno necesita tener un conocimiento exacto de cómo funciona la energía en su propio cuerpo, y es muy difícil aprender esto si hay que tomar en cuenta a otra persona al mismo tiempo. La terapia sexual le permite a la gente a masturbarse, a conocer su propio cuerpo.
En segundo lugar, hacerse el amor exitosamente, aprender que podemos llegar al éxtasi solo y también con una pareja, es un descubrimiento muy poderoso. La mayoría de nosotros estamos a la espera de un amante que venga, nos bese los labios y nos despierte de nuestro adormecimiento emocional y físico para así convertirnos en los seres vitales y apasionados que sabemos que realmente somos. Por desgracia, no funciona de esa manera. Nos transformamos en seres apasionados excitándonos a nosotros mismos, abriendo nuestra sexualidad por nuestra propia cuenta, revirtiendo el condicionamiento que la cerró en un principio. Y entonces, cuando nuestra energía está fluyendo, cuando sabemos cómo funciona nuestro cuerpo, estamos listos para una pareja.
Los Eagle tienen un hermoso verso en una de sus canciones, que dice así: “Hace mucho tiempo descubrí lo que una mujer (o un hombre) puede hacer por tu alma, pero una mujer (o un hombre) no te puede llevar a ninguna parte a la que antes no supieras ir”. Puede que haya sido una noche muy especial cuando usted llegó al éxtasis con una pareja muy especial, pero esas ocasiones seguirán siendo escasas y aisladas a menos que realice en forma individual el trabajo de abrir su propia sexualidad.
El valor de todo esto en términos de la relación entre usted y su amante es inmenso. Si no dependo de mi amante para mis éxtasis ni lo culpo por mis bajones, entonces puedo disfrutarlo cuando nos juntamos y hay una liviandad amorosa muy rica en nuestra relación. Además, no tengo que temer perderlo, porque 1) lo nuestro es tan bueno que sería un tonto/a si me dejara y 2) si efectivamente se va, soy tan atractiva/o y magnética/o y estoy tan satisfecha/o con mi vida, que sólo es cuestión de tiempo antes de que aparezca otra pareja.
Finalmente, si hemos abierto nuestros corazones el uno al otro, lo cual es posible cuando subimos la energía sexual hasta nuestro corazón, entonces se ha formado un vínculo entre nosotros, un vínculo de placer. Este perdurará en los momentos en que nuestros corazones tal vez estén cerrados o no podamos manejar los demás aspectos de nuestra vida, y en los momentos en que la relación parezca no estar funcionando.
CONCLUSIONES
La masturbación es patológica cuando se transforma en conducta compulsiva. Desdramatizar los temores y represión del autoerotismo es saludable para el cuerpo, la mente y el espíritu.
Otra cosa es presentarla como un acto público; en Internet hay campeonatos de masturbación grupal. Cualquiera puede visitar esos sitios.
¿Tiene sentido hacer público lo privado? El resultado nos estaría indicando que no; el aumento de la masturbación compulsiva y de la insatisfacción sexual, no parecen ser indicadores de liberación sexual, felicidad y gozo.
En las sexualidades orientales, el autoerotismo es visto como un acto de meditación conciente. Es parte del ritual para evolucionar y aumentar el autoconocimiento del propio potencial. Adquiere la característica de un acto de purificación. Conciente del poder físico, en dichas meditaciones no se deben utilizar fantasías eróticas; sino la conexión con la propia energía (Kundalini) y posibilidad de relajarse, respirar suave y profundo, meditar con uno mismo, acariciarse como un acto de entrega al propio placer y al Universo; no debemos de olvidarnos la concepción oriental, de que la vida es una preparación para la muerte, un camino de perfeccionamiento espiritual.
En el otro extremo occidental, la masturbación es un complejo comercio de oferta y demanda. Que lejos de naturalizar un acto humano, lo vuelve promiscuo y subrepticio. No debemos de olvidarnos que el autoerotismo es autoconocimiento.
Considero fundamental tener con claridad el concepto de “poner el cuerpo” por parte de los psicoterapeutas, especialistas y trabajadores de la salud mental. Ello no implica “erotizar” sin sentido y traspasar las barreras de lo privado del otro.
La sexualidad es un borde sutil, y de ese modo hay que abordarla: con sutileza y respeto.
BIBLIOGRAFÍA: -“Los Senderos Masculinos del Placer”, Cap.6, Adrián Sapetti, “Tantra y Autoerotismo “,Margo Woods
Septiembre 2011; Lic.Olga Tallone